La rutina coreana no es un método milagroso, ni emplea productos extraños, simplemente se trata de una serie de 10 pasos que se deberán seguir habitualmente, y cuya constancia hará que la piel, poco a poco, vaya luciendo radiante.
Pero, ¿se necesitan todos los pasos? No, no necesitas todos estos pasos de cuidado de la piel todos los días, ya que dependerá de tu tipo de piel y de distintos factores como el clima en el que vivas, la ciudad, entre otras cosas.
El corazón de la rutina coreana es el “layering”, en pocas palabras crear capas aplicando un producto sobre otro, empezando por el más ligero al más espeso y la meta es clara: obtener una piel balanceada, hidratada y saludable.
No necesitas utilizar toda la gama de productos de la misma marca o línea de productos, en lugar de eso lo más importante es centrarse en los beneficios específicos del producto y las áreas de tratamiento combinándolo con las necesidades especiales de tu piel.
Recuerda ser constante y tener paciencia. Los cambios en tu piel no se producirán de la noche a la mañana, pero sí poco a poco irás notando tu carita más cuidada y protegida.